"¿Y estos quiénes son?", fue la pregunta recurrente de buena parte de las 150.000 personas que se dieron cita el verano de 1981 en el estadio de Vélez Sarsfield. Ocurre que aquellas noches ¡tocó Queen en Argentina! Y de teloneros aparecieron unos muchachitos que no los conocía nadie. Habían conseguido aquella oportunidad, gracias a un concurso de bandas de rock amateur, que los consagró como ganadores. ¡Ni siquiera habían editado un disco! Pero a partir de aquella noche, Miguel Mateos condujo aquel sueño adolescente llamado Zas, y lo condujo bien lejos…
Gracias a aquella presentación, un productor llamado Oscar López los convocó para grabar su primer disco titulado “ZAS”. Luego llegarían “Huevos” y “Tengo que parar”. Aquella trilogía terminó resumida en “Rockas Vivas”, un hito en el rock argento.
El disco fue, digamos, un tanto particular. Desde la portada, donde se ve a un Mateos tocando la guitarra con la mano zurda, hasta el orden de los temas.
El lado A arranca con “Perdiendo el control”, un tema nuevo grabado en estudio, que es seguido por “Solo una noche más”, otro tema nuevo pero tocado en vivo. Se suceden “Va por vos, para vos”, el primer hit que se difundió del disco debut y “Tirá para arriba”. Este último culmina con la voz de Miguel despidiéndose del público, ¿qué cosa rara no? ¿el fin del lado A parece ser el fin del concierto? Lo cierto es que “Tirá” se convirtió en un clásico de los 80. La letra “representa la alegría de haber recuperado los derechos que habían sido perdidos por la dictadura militar y la alegría de iniciar un camino democrático” recordaba Miguel Mateos. Me pregunto: ¿Quién no recuerda esta estrofa?: “alguien tira para abajo, y yo me trato de zafar. Alguien que grita: "¡es de los nuestros!”, alguien que lo va a golpear. Pero venga lo que venga para bien o mal”.
El lado B es un popurrí de cuatro temas, cuyo denominador común nos remonta a la época de la dictadura militar. En “Un poco de satisfacción”, decía: “Quiero votar dos presidentes, quiero un país muy, muy diferente”, luego “Extra extra”: “Puedo invitarte a Obras, en este tiempo nos han hecho olvidar que en este país se puede ser feliz”. El tercer tema enganchado era “Un gato en la ciudad”: “La noche está más peligrosa que ayer, no quiero desaparecer” y termina el popurrí con “En la cocina, huevos”. Respecto a este tema, que dio nombre al tercer disco de la banda, Miguel opinaba que: “Huevos, es un álbum que salió en plena dictadura militar y era como una respuesta, un grito desgarrado, pero muy firme y muy poderoso para que volviera la libertad y las instituciones a la Argentina ”. En uno de los párrafos de la letra dice: “Si pasan música nacional no es que se hayan dado cuenta que la cultura de un país, está en su gente y yo sé que aquí hay polenta!” El final del disco quedó en manos de “Un mundo feliz”, otro tema nuevo grabado en aquellas noches en el Coliseo y que para no desentonar con el resto, manifiesta: “Yo no quiero tanques rojos avanzando por mi barrio, una mañana”.
Más allá de su temática, es necesario reconocer que “Rockas” marcó para siempre a buena parte de la juventud ochentosa argentina. No caben dudas de que tuvo llegada. Las ventas del disco fueron monstruosas en aquel entonces. No pude encontrar certezas sobre cuál es la cifra verdadera, lo cierto es que fueron más de 200.000, aunque encontré críticos que hablan de casi ¡500.000 discos vendidos!!
Hace un buen tiempo sostengo que se puede estudiar la historia a través de los discos de rock, en este caso, bien podría servir “Rockas vivas” para ilustrar aquella época. Por supuesto que habría que acompañarlo de algunos discos más, de artistas como Charly García o León Gieco entre tantos, y la lista sigue…
Corrección: Laura Beroldo (http://www.laura-exlibris.blogspot.com/)
Fuente: Los dialogos de Miguel Mateos fueron extraidos del DVD "Salir Vivo" del año 2002.
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