Este relato, es el relato de
muchas historias y momentos que ocurrieron durante 15 días en el Noroeste
Argentino. Es el relato de un viaje especial. Y toma ese carácter porque es así
como lo concebimos y lo llevamos a cabo, tan simple como eso. Pienso que cada
uno cuando emprende un proyecto, le concede a esa nueva empresa el carácter de
“especial”, o al menos así debería ser, ya que puede servir como un factor
positivo para salir durante un tiempo de la rutina diaria. Así fue que lo
pensamos siete meses antes, en agosto. Sin embargo no lo planificamos demasiado
durante ese lapso de tiempo, a pesar de contar con mapas, relatos vivenciales
de amigos, conocidos y otros. “El fin de semana nos sentamos y lo armamos” fue
una frase que nos acompañó a Ani, mi querida compañera de viaje y a mí, durante
mucho tiempo. Ese fin de semana jamás llegó. En las casas de las provincias en
Buenos Aires conseguimos mapas y referencias de excursiones, traslados y
alojamientos. En la de Tucumán, me atendieron de maravilla y me dieron todo lo
que necesitaba. En la de Jujuy también fue muy buena la atención, buenos mapas
y muy claros pero en la de Salta no tuve la misma suerte. Creo que deberían
ponerle más entusiasmo y transmitirlo desde la provincia misma o viceversa
porque en Cafayate, por ejemplo, también dejó mucho que desear la atención en
la oficina de turismo.
Como el viaje fue pensado con
tanto tiempo de anticipación, el pasaje nos salió muy barato en comparación con
los precios que se manejaban en enero-febrero. ¡Viajamos en avión con un costo casi
equivalente al de un micro en temporada alta!
Estos relatos no pretenden ser
reflejo de lo que hay que hacer ni visitar en el NOA pero bien pueden servir de
guía. También debo de suponer que algunos datos no deben ser fehacientemente exactos,
y por supuesto, como todo relato, éste no es la excepción y está absolutamente
cargado de subjetividad.
Yo estuve hace unos 6 años dando
vueltas por Salta y Jujuy. En esta oportunidad pensé que valía la pena
compartir lo que vivimos. Conocimos mucha gente, muchos viajeros de varios
rincones del país, de diferente idiosincrasia y modos de concebir sus viajes. También
tuvimos contactos con los habitantes de Tucumán, Salta y Jujuy. Y como nunca
antes, con algunas personas de pueblos originarios que hoy por hoy gozan de
tener el “control” de varios espacios naturales por los que anduvimos.
El relato está dividido en días,
de esta manera se van sucediendo las estadías en San Miguel de Tucumán, Tafí
del Valle, Amaicha del Valle, Cafayate, Salta capital, Purmamarca, Tilcara,
Iruya, Humahuaca y Yavi. Fue un viaje inolvidable y altamente recomendable, hay
que ir con la mejor energía y nutrirse de todo lo que se vive y observa minuto
a minuto. Los climas, los colores, los festejos, todo lo que envuelve al NOA es
un pequeño recuerdo que permanece para siempre en cada viajero que pisa
aquellas tierras argentinas.
Sigue en: Diario de Viaje - Día 1 - Buenos Aires. La ciudad de la furia nos despide acorde a su estilo.
Correción: Laura Beroldo (http://www.laura-exlibris.blogspot.com.ar)
2 Comentarios
Muy bueno!
ResponderEliminarMe gusto la descripción de tu aventura. Muy bueno
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