Diario de Viaje - Día 4 – Cafayate. Descanso en lo de la Luisa.

Desayuno en “Pacha Cuty”, algunos ya nos vamos, seguimos viaje con rumbo norte. Otros se vuelven a Buenos Aires, entre ellos un muchacho que andaba en muletas. Las había comprado en Cafayate para poder hacer más digna su vuelta a la rutina luego de haberse esguinzado un tobillo mientras caminaba en una peña. La forma y color que había adoptado ese tobillo no tenía nombre, igual se lo veía bien, con onda positiva, moviéndose de un lado a otro con sus nuevas compañeras. A las 9 nos pasó a buscar Aníbal en  su remis turístico. Este buen hombre era oriundo de Buenos Aires, más precisamente de Lomas de Zamora. Se había establecido en Amaicha hacía cinco años atrás. En un principio trabajó en el rubro seguros en Cafayate y luego se largó solo. Además de este servicio de remis, que ofrece a cada paisano que pisa Amaicha apenas baja del micro en la terminal, también armó en el fondo de su casa un camping. El camping no está en pleno centro del pueblo pero goza de una buena tranquilidad y confort, al menos eso fue lo que nos vendió. Este remis turístico tiene varios destinos, nosotros  contratamos el viaje a Cafayate con escala en la Ciudad Sagrada de los Quilmes y sobre la ruta del vino una degustación en la bodega Las Arcas de Tolombon. Adelanto que fue un servicio excelente y muy económico.

El valle atravesado allá al fondo por el Río Santa María y un cardón enorme con su pequeña flor
Camino a la Ciudad Sagrada, Aníbal nos fue contando varias cosas acerca de cómo era la vida de un bonaerense en aquellas tierras, con otra idiosincrasia y otro ritmo. La verdad es que aparenta estar adaptado al lugar aunque no demasiado mimetizado porque habla y vive a mil. Cuando salimos a la ruta dijo algo así: “Bueno, les voy a contar un poco lo que estamos viendo y hacia dónde vamos”, a partir de allí no paró de hablar hasta Cafayate. Nos contó cómo se “movían” el viento y la lluvia por aquellos lados y que el Rio Santa María que cruzamos en el camino corre en dirección sur-norte, al revés de la mayoría de los ríos. Esta particularidad, según Aníbal,  lo catapultaba como uno de los 4 o 5 ríos del mundo que corren en esa dirección y nos puso de ejemplo el río Nilo. Yo, por supuesto, llegué a Buenos Aires y me puse a investigar y no llegué a ninguna conclusión. Es verdad que el Santa María corre de sur a norte hasta que se junta con el río Salado que toma dirección sur y termina siendo afluente del Paraná. También hay un rio llamado Conlara en San Luis y el Orinoco en Venezuela y el Rhin en Alemania y muchos más…

En fin, llegamos a la Ciudad Sagrada de los Quilmes. Es un predio de aproximadamente 30 hectáreas ubicado al pie del cerro Alto del Rey, cuando se ingresa desde la ruta 40 se recorren 5 km. hasta las ruinas. En la intersección de la ruta y el camino a las ruinas hay un edificio donde se reúnen las comunidades de la zona para discutir el tema de la administración de la Ciudad Sagrada. Cuando llegamos había una asamblea que involucraba a varias familias indígenas del valle. De acuerdo a lo que nos contó Aníbal, a las comunidades les cuesta un poco ponerse de acuerdo con el tema de la administración y cómo no les va a costar, ¡si son seres humanos! no me pareció ninguna novedad. Al ingresar en el predio, te cobran una entrada de $30 pero no existe ningún tipo de folletería y apenas hay algunos guías que te acompañan hasta unos metros más allá de la entrada en donde te resumen la vida y costumbres de quienes habitaban ese lugar y luego te largan solo. Como había asamblea, los puestos de artesanías y de bebidas, comidas, etc. estaban cerrados, Mas allá de todo esto, el lugar es imponente, espléndido, o al menos lo fue hasta el momento en que estuvimos en Tilcara hablando con un guía del Pucará. No importa, eso es otro asunto para más adelante. Se camina bastante en aquel sitio, se sube, se sube y se sube. Todo este viaje se subió, se subió y se subió…

La Ciudad Sagrada de los Quilmes y la bodega "Las Arcas de Tolombón"
Hay dos sectores altos identificados como “Atalayas” sur y norte. Desde allí arriba se puede observar la inmensidad de todo el valle y se llega a comprender el por qué de la resistencia de más de 130 años del pueblo de los Quilmes al acoso español antes de ser invadidos. Cuenta la historia que el español Francisco Mercado y Villacorta sitió la ciudad, envenenando el agua con la que se aprovisionaban las comunidades e impidiéndoles acceder a sus cultivos. Finalmente en 1667 llegó la rendición y el sometimiento. Se dice que fueron alrededor de 2.500 personas quienes marcharon a pie para ser desterrados y crear la Misión de Santa María de Quilmes, en el sur del conurbano bonaerense. Pero sólo alrededor de 400 lograron llegar después de recorrer los más de 1200 km. que los separaban de los valles calchaquíes. El horror y el cinismo mismo que fue infligido por quienes levantaban la bandera de la “civilización”. Todavía algunos en estos tiempos se enorgullecen de ser hijos de la “madre patria” bárbara que asesinó a millones de americanos y despojó de sus riquezas a un continente maravilloso. Yo paso, prefiero la orfandad. 

Luego de subir y bajar por los interminables caminos de la ciudadela nos fuimos camino a la bodega de vino “Las Arcas de Tolombon”. El lugar es muy bello. La construcción está inspirada en las grandes obras arquitectónicas de los pueblos del desierto de África, de ahí su forma estructural tan particular. Nos mostraron toda la bodega y nos explicaron como es  el proceso de fabricación que utilizan. Degustamos algunas uvas de uno de los vinos que fabrican, el “Siete Vacas”. Nos llevamos una botellita del varietal Tannat exquisito.

Desde allí, solo algunos km. nos separaban de Cafayate y Aníbal nos había recomendado dormir en lo de “la Luisa”, así que nos llevó hasta allí. El nombre Luisa remite, en general, a una persona mayor digamos. A una señora buenaza diría yo si se me permite el término. Pero la realidad es que Luisa es una chica de 27 años. Muy atenta, siempre amable, que nos abrió las puertas de su casa y nos hizo sentir muy cómodos. Ella vive con su madre y sus perros. El lugar es muy agradable, tranquilo, con una Santa Rita en el patio ideal para sentarse tranquilamente a tomar mate, por ejemplo. En el fondo tienen unas parras de uva, que están allí como legado familiar. Y acá quiero detenerme para decir que las tierras de Cafayate son un milagro. Uno va, tira una semilla de cualquier uva y le crece una parra. Así de simple e increíble, crece, da uva y ya tenés vino. Vi muchísimas casas con parras, muchas, dispersas por todo el pueblo y alrededores. Y ni hablar de los grandes viñedos…

La casa de Luisa, hermoso hospedaje en Cafayate
En Cafayate teníamos pensado bajar un par de cambios y descansar dos días. Sin embargo, por la tarde nos fuimos a una excursión de 5 hs. a la Quebrada de las Conchas. La excursión, que cuesta $180, es una buena posibilidad para recorrer y entender de qué se tratan los 48 km de formaciones rocosas que surca la ruta 68. Estas formaciones fueron tomando algunas formas particulares gracias a la erosión de los vientos y el agua durante millones de años. Así pudimos ver, entre otros, “los castillos”, “la locomotora”, “la garganta del diablo”, “el anfiteatro” y caminar por “la yesera”, donde cerros de varios colores sorprenden por lo imponente de su paisaje. Es una excursión imperdible y agotadora. 


Por la noche fuimos a probar el famoso helado de vino. Caímos en lo de Miranda, la heladería creadora del primer helado de vino. Las variedades son el torrontés y el cabernet. Fuimos con Ani y nos pedimos una variedad cada uno, ella cabernet y granizado, yo torrontés. Cuando le pregunté a la señora que atendía con qué gusto frutal podría andar, me comentó que un mendocino afirmó contundentemente que el torrontés y la tuna eran la combinación perfecta. ¿La tuna? ¿Qué es eso? Me contó que es la fruta del cactus y como yo jamás la había probado, le acepté la combinación. Gracias mendocino, tu definición ha sido muy acertada.

Correción: Laura Beroldo (http://www.laura-exlibris.blogspot.com.ar) 
Fotos: El Cocoliche
Enlaceshttp://www.amaichadelvalle.com/
               http://www.bodegalasarcas.com.ar/
               http://turismo.salta.gov.ar/

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